DIA DE MERCADO

Por los trajines que como guatemaltecos nos toca vivir de lunes a viernes y muchos hasta el sábado, casi siempre dejamos todo para el domingo.

Después de arrepentirnos de nuestros pecados y salir salvos y alegres de haber estado y compartido en la casa del Señor, nos toca una tarea para muchos tediosa, aburrida, pero para otros, alegre, entretenida y hasta educativa, en especial para los pequeños.

Así es, el domingo también es día de mercado, día de ir a caminarse por unas cuantas horas los mercados cantonales, el mercado central o el mercadito del pueblo. Unos todavía andan en pijama, otros ya bien arregladitos, en especial las mamás, otros más, aprovechan para ir a tomarse un rico atol y comerse unas enchiladas, tacos o tostadas, porque de todo hay, como dicen, rico y barato, ¡¡¡ Ese sí es desayuno!!!

Pero el mercado además de ser un centro de comercio, es además, un lugar de convergencia de muchas culturas, no solo nacionales, porque, ¿quién no ha visto hasta a un gringo o un chino buscando fruta o verdura un domingo en el mercado?

Que bonito es ver además, la mezcla de colores de los trajes típicos de todo nuestro país, reunidos en un mercado, ofreciéndonos en su lengua (para el que le entienda) o en poco de castilla los productos que nos servirán para la semana o para el rico caldo del medio día. Y ahí va uno, ayudando a la mamá con la gran bolsa de compras, negociando buenos precios, manoseando para ver si algo esta ya maduro o si le falta, empujándose entre las amontonazones para pasar, buscando una carnicería, escuchando la voz del marchante ¡¡¡ pase seeeño, que le ofrezco chula !!!

Cómo puede una visita al mercado ser educativa se preguntarán, y en especial para los pequeños. Pues sí, es educativa, aparte de deportiva porque si les toca cargar con la bolsa ya sacaron buen brazo.

Es educativa porque a veces uno es el responsable de andar con el monedero mientras la mamá busca el mejor producto, así que uno se vuelve administrador de las finanzas y debe de andar controlando cuanto queda, cuanto se va y llevando el inventario de lo comprado. Además de las cuentas se aprende a distinguir, si la mamá ayuda, de dónde viene el comerciante por el traje típico que usa, aunque ahora ya no mucho se ve.



En el mercado central incluso hay un comite de vendedores, en su mayoria son mujeres, incluso hay altares para la Virgen Maria y para Jesús aunque tambien hay cosas como ventas de polvos magicos y escencias para la buena suerte, cosas extrañas, mas extraño aun, son cuadros de la Santa Muerte y San Simon. Las personas del mercado quizas se han vuelto desconfiadas, porque al querer preguntales sobre cosas que me interesaban no respodian. Una de ellas si me conto que era de Antigua Guatemala pero que vivia en la Capital y que gracias a Dios ya tiene incluso a una de sus hijas en la Universidad y le ayudan en la venta del mercado.

Ir al mercado es una experiencia que se disfruta de diferente manera en cada visita, y es parte de lo que distingue a mi Guatemala y a su gente, los veo el domingo por ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario